lunes, 30 de mayo de 2011

Los comisarios aceptaron las disculpas de Hamilton tras sus declaraciones


Las polémicas declaraciones de Lewis Hamilton tras la conclusión de la carrera del Gran Premio de Mónaco, en las que describía las decisiones de los comisarios como "una auténtica broma" y trataba de hacer un chiste con tintes racistas han dado la vuelta al mundo, e incluso se llegó a hablar de una posible sanción para el británico por sus palabras. Sin embargo, todo quedará en una simple anécdota después de que el propio piloto de McLaren acudiese a explicar lo sucedido y pedir disculpas a los comisarios.

"Acabo de acudir a los comisarios para hacer las paces", comentó Hamilton. "Fue un pequeño chiste, que no fue gracioso en ese momento. Les expliqué que cuando las emociones están a flor de piel, y el final de este tipo de carreras es muy intenso, no siempre dices lo correcto. Hicimos las paces. Aceptaron mi explicación, la comprendieron. Nos dimos la mano después. Dijeron que fue un fin de semana duro, pasemos página, y me desearon una buena temporada."

"A veces metes la pata y ofendes a la gente"


Hamilton espera que todo haya quedado resuelto y no existan consecuencias tras sus desafortunadas palabras ante los micrófonos de la BBC: "Dijeron que se asegurarían de que el resto de miembros de la FIA lo comprendiesen, y que si cualquiera que lo haya escuchado lo ha malinterpretado, se lo aclararán y el asunto no saldrá de la sala de reuniones."

"¿Debí haberlo dicho o no? Como digo, estaba tratando de ser gracioso, pero no fue gracioso. No siempre haces lo correcto cuando intentas ser gracioso. A veces metes la pata y ofendes a la gente", explicó ya con más calma el piloto británico.

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